jueves, 31 de agosto de 2017

Máscaras rotas: antología de relatos sobre el acoso escolar

Máscaras rotas es, sin duda alguna, un libro esencial para todos los públicos. Para padres, niños, profesores... Narra desde todos los puntos de vista posibles el acoso escolar y sus terribles consecuencias. Son una serie de relatos que giran en torno al bullying, los protagonistas de las historias no son solo los acosados, también tenemos relatos desde el punto de vista de los acosadores, los padres y los profesores.

Este libro es fundamental para aprender que no solo la víctima y el acosador son los responsables del bullying, sino que todo el entorno lo es.

El acoso escolar es un problema grave que todavía hoy, mucha gente se toma a la ligera. No, no son cosas de niños; no, no son travesuras; no, no es una etapa; no, no son diferencias entre dos personas. Es maltrato, humillación, depresión, soledad. Es un problema que puede llevar a un niño a acabar con su corta vida. Es un problema de todos, empezando por los padres de la víctima, siguiendo por los padres del acosador y acabando por el centro escolar, el cual es responsable de todo lo que pase en su centro, aunque se quieran lavar las manos.

En alguna ocasión barajé la posibilidad de decírselo al director del centro, pero conocía sus argumentos: << Son travesuras sin importancia, cosas de chicos. Ya sois mayores y tenéis que empezar a resolver vuestras diferencias>>

Una de las mayores dificultades que se encuentran para parar el acoso escolar es la falta de interés del profesorado, de la jefatura de estudios e incluso de dirección. Prefieren callar lo que realmente ocurre dentro del centro para que este no pierda prestigio que prestarle atención a uno de sus alumnos que pide ayuda a gritos. Se lavan las manos, escurren el bulto como pueden dejando la ética y la moral a un lado, no importa el alumno, importa el dinero y el prestigio del colegio, es más fácil cerrar los ojos que afrontar el problema.

Sus padres llamaron al director del centro para comunicarle lo ocurrido. El muy cabrón les ha dicho que había sido fuera del horario escolar y que no era problema suyo

Nadie parecía preocuparse de aquel alumno que había sido ridiculizado

El bullying no es una banalidad, es grave y la sociedad todavía no está lo suficientemente concienciada al respecto, solamente cuando las cosas se van de las manos es cuando toman conciencia y se echan las manos a la cabeza. Por eso, esta antología es una obra que abre los ojos y la mente hacia este problema. Nos narra lo que siente un acosador, lo que siente al tener a todos bajo su poder, pegarles, asustarles, humillarles y aun así ser ovacionado por el resto de compañeros en vez de ser juzgado y acusado de estar destrozándole la vida a otra persona. Aunque muchas veces lo hace simplemente para ocultar sus verdaderos miedos, sus complejos. O como reflejo de lo que le han hecho o le hacen a él mismo en otros ámbitos como el familiar.

Me sentía tan inferior que necesitaba destrozarle

Es importante detectar a tiempo si un niño está sufriendo acoso escolar, si cambia su manera de ser.

Pero ahora sabía que no era el momento de llamar la atención. Algún tiempo después me daría cuenta de que ese no era motivo suficiente para renunciar a la única virtud que me hacía destacar, pero ahora solo quería ser una más

Si deja de comer, llora por cualquier cosa, se encierra en sí mismo, baja de notas, pone excusas para no salir a la calle... No hace falta que le peguen para ser acosado, los golpes no tienen por qué ser el mayor problema.

No he necesitado que me pegasen, las miradas y las risitas por lo bajo han bastado para hundirme

Ser víctima de acoso es complicado, te sumes en la soledad más profunda que nadie pueda imaginar. Muchos niños consiguen salir de ese pozo con ayuda de los pocos amigos que le queden, algún que otro profesor concienciado en el tema y, sobre todo, gracias a sus padres que consiguen reaccionar a tiempo evitando un mal mayor y dándole al niño el apoyo que tanto necesitaba, reconociendo su sufrimiento. Otros, por el contrario, no pueden avanzar tras las humillaciones recibidas, en muchas ocasiones porque la vergüenza les impide compartir su experiencia con los demás y llevan la pesada carga ellos solos, acabando en tragedia.

Después de tanto tiempo viviendo en un mundo gris, tratar con colores se me hace difícil

Otra de las piedras en el camino para parar el acoso es la función de los padres del acosador. Reniegan del hecho de que su hijo o hija sea de esa clase de personas, alegando que es un buen estudiante que nunca ha repetido curso y de una familia "bien", este problema salpica también a profesores y demás miembros del centro escolar que, si se trata de un alumno con unos padres importantes o con un expediente académico impecable, con más motivo apartan la mirada y evitan sancionar al acosador, aún a sabiendas de que lo es.

¿Quién le iba a creer a ella? Él era el mayor, buen estudiante, modélico. Para todo el mundo él representaba el adolescente perfecto, porque escondía perfectamente su faceta cruel

Una de las partes de esta antología que más me ha gustado es que entre los relatos se intercalan consejos para prevenir estas acciones, consejos para los padres

Para padres: enseña a tu hijo a reconocer sus errores y a pedir disculpas si es necesario

Consejos para los compañeros, para los profesores...

Para profesores: no permitas dentro de clase, ni en tu presencia, que se rían de ninguno de tus alumnos, pues eso puede ayudar a reforzar el sentimiento de grupo en contra de uno de ellos, frenando cualquier tipo de agresión, mediante indicación verbal.

Este libro refleja perfectamente el problema que tantos niños sufren y han sufrido, ayuda a concienciarse al respecto, hace reflexionar, echar la vista atrás. Con tantos tipos de relatos y con tantos puntos de vista diferentes es imposible no verte reflejado en alguno de ellos. Es imposible no darse cuenta de que tú has podido ser víctima, acosador o cómplice.

El silencio es cómplice del acoso

Como conclusión al leer este libro yo creo que queda claro la importancia de este tipo de situaciones y, de haberte visto reflejado como víctima deberías ayudar con los medios que puedas a otras personas que puedan estar en la misma situación en la que tu estuviste, contando tu experiencia como hacen los autores de esta antología o ayudando de la manera que creas conveniente. En el caso de verte reflejado como acosador lo mejor sería que pidieras perdón a aquella persona o personas a las que en su momento pudiste destrozarle la vida e intentar que tus hijos, sobrinos y demás familiares no sigan los mismos pasos. 

La violencia física y el lenguaje son las lacras más cobardes, pero de las que más hacen daño

Esta antología nos muestra la diversidad y fomenta el respeto hacia lo diferente, ya que todo el mundo en mayor o menor medida es diferente a su manera.

Somos nosotros mismos quienes nos definimos. Las cosas que decimos o hacemos son las que nos forman como personas, no las que piensan los demás

1 comentario:

  1. Muy bueno, los docentes y demas responsables del centro escolar cometen delito de omisión de socorro y los fiscales y jueces también deberian ser sancionados por archivar las causas con argumentos que ofenden a la inteligencia. Es fundamental poner cámaras de seguridad en las aulas, mas que nada para supervisar el comportamiento de los docentes.

    ResponderEliminar